miércoles, 2 de julio de 2008

GENERACIÓN YIDIS



Alguna vez un medio televisivo llamó generación Tsunami, a las personas del planeta que fuimos testigos, unos en carne propia, del triste acontecimiento que acabó con la vida de miles de personas. Un fenómeno similar se vive en Colombia en los últimos días, aunque aun no registra consecuencias tan fatales o nefastas, yo soy uno, creo que de los miles que está cansado de las noticias entorno a lo que se ha denominado la “Yidispolítica”.

Si Madonna es la reina del pop, Yidis según esto, es la suprema dama de los favores políticos; si es cierto, que ella en algún momento facilitó la reelección a cambio de prebendas o cargos en las diferentes instituciones del estado; entonces la Corte, queriendo castigar tal conducta está incurriendo en otra igual: “pagando” un favor con otro favor (cosa nada fuera de lo normal en este país). Lo digo porque se quiere extender el privilegio de la casa por cárcel que se le concedido a Yidis, por el delito de cohecho; al nuevo proceso en el cual se dictó medida preventiva, por otros delitos diferentes.

Es claro que por el choque de poderes, unos quieren perturbar a otros. Si la reelección se aprobó mediante prebendas o beneficios, no debe ser novedoso, ni escandalizante, más en este país donde día tras día, se pasa por la galleta al estado social y democrático de derecho.
Y las cortes no son Dios en estas tierras, ni son la última palabra, para pretender organizar todo a su antojo; pues no veo ilegítimo una reelección, que si bien pudo estar manchada de ilegalidad, también fue saneada y ratificada por un pueblo en el ejercicio de la democracia; al final la voz del pueblo debe ser la voz misma del Estado. No soy uribista, ni quiero reelección, pero cuando el pueblo se pronuncia se debe acatar su voluntad, y este someterse a las consecuencias a que ello conlleve.
Lo que si es perturbador e irónico, es que se le concedan tantos beneficios a una delincuente, desconociendo por completo los preceptos legales del Estado.
Si de verdad se quiere erradicar la corrupción y demás problemas de nuestro país, se bebe aplicar correctamente las leyes del Estado para todos, pues es mas que claro que el beneficio de la condena de Yidis responde al favor de desprestigio que se le hizo al Gobierno.
Ojalá que el boom Yidis sirva de algo para nuestra generación y las futuras, haber si de una vez por todas aprendemos a abrir los ojos, a ver las cosas como son y no verlas como quisiéramos que fueran o como la muestran los medios; a sentir el país como nuestro, a trabajar honestamente por nuestros compatriotas; a tener la verdad y la transparencia como pilares fundamentales de nuestra sociedad. El Estado no es el gobierno, ni los demás órganos del poder, el Estado somos todos.

5 comentarios:

Milo Gasa dijo...

Bueno, según dicen la democracia es la mejor forma de aplastar a las minorías, pero eso no viene al caso.

En lo que si coinciod es en que el trato de delincuente vip que se le está dando a esta señora es absolutamente repugnante.

Saludos.

JP dijo...

Bienvenido...

Ciertamente de política no opino por que ya las noticias me tienen full del tema... pero bien.

Te deseo éxitos con este bello vicio... Tienes un mentor blogger de lo mejor que hay en la Blogosfera colombiana... espero seas conciente de ello;)

Abrazos

JP dijo...

Bienvenido...

Ciertamente de política no opino por que ya las noticias me tienen full del tema... pero bien.

Te deseo éxitos con este bello vicio... Tienes un mentor blogger de lo mejor que hay en la Blogosfera colombiana... espero seas conciente de ello;)

Abrazos

Monchis dijo...

Hola Jason,

A diferencia del Joker, a mi si me gusta opinar de política, pero hago un esfuerzo permamente para no hacerlo en mi blog.. pero algunas veces no me aguanto.

El escándalo de la Yidis-política, es para mí un momento d reflexión: para nadie es un secreto que el tráfico, de influencias, los intereses y lo que elegantemente los gringos llaman "lobby" ha existido desde los tiempos del senado romano.

Es evidente que los votos claves fueron conseguidos por métodos non sanctos, pero fué el veredicto del Pueblo en las urnas lo que realmente da legitimidad al gobierno actual.

Lo que nunca me logro tragar es la visión del sistema democrático como el simple acatamiento de las decisiones de las mayorías; yo la entiendo como un esquema que permite a las diferentes tendencias e ideas coexistir, debatir y construir mediante la busqueda de concensos.

Y te cuento la última: En la próxima revista SOHO, saldrá la ex-representante Yidis Medina exhibiendo sus gorditos al sol.... sí, como lo oyes, en pura pelota; eso si pienso que será la tapa.


Saludos,

Tbn dijo...

Estamos de acuerdo, el Estado no es el gobierno y el gobierno no es Uribe II. Al igual que Vos creo que el circo de medios que se formo entorno a la “Yidis-politica” (pa’que pero ya lo de los nombrecitos mañe me la esta como volando) se está saliendo de proporciones. La dignidad de la administración de justicia se ve empañada por la, a todas luces, amañada intención de la Corte Suprema de Justicia de hacer cumplir un principio tan irrelevante como lo es la presunción de inocencia. ¿En qué cabeza cabe que uno es inocente hasta que se le demuestre lo contrario?

Es como si ahora nos diera por pedir la suspensión provisional del flamante Ministro de la Protección social, pues está sujeto de a un investigación por cohecho. No no no, O Dios nos libre de investigar al Señor Presidente, por omitir denunciar un delito como el de extorsión.
Definitivamente, no se puede dejar eso de administrar la Ley, a esos quienes creen que la Ley está hecha para todos. Dios nos guarde y Uribe nos proteja.

Y eso sí. Que a nadie se la valla a ocurrir pensar en que va a pasar con la independencia de los poderes públicos cuando se apruebe la segunda reelección; o que existe una relación entre la “Parapolitica” y la victoria en urnas del siempre oportuno Presidente.