martes, 1 de julio de 2008

LA INTOLERANCIA GAY

Me dio mucha tristeza saber que una persona quien yo consideraba una mente libre, me tratara de “mañé” , por haber estado presente en la gran marcha del orgullo gay en mi ciudad Medellín. Ella muy aterrada, en un tono arribista, denigró del evento; se refirió a las personas presentes en la manifestación de feos, ordinarios, lo peor; enfatizo en los travestis argumentando la vergüenza de estar cerca de una de ellos; concluyó diciendo lo poco preparada que está nuestra sociedad para tanta escoria; una típica posición de un acomplejado social, con una “infección” de clasismo, lo más triste del cuento que ella es Lesbiana.

El pasado domingo estuve con algunos amigos en las calles de mi ciudad presenciando la extraordinaria marcha del orgullo gay (que será tema de una próxima publicación, por ahora transcribo palabras de un amigo “tuvo un toque de magia”). A diferencia de la anterior posición irracional, he cultivado la tolerancia, un poco más en los últimos años, propiamente luego de compartir con la familia mi verdadera inclinación sexual.
(Digo verdadera, pues desde el momento de nuestro nacimiento los médicos, padres, familiares y posteriormente conocidos, presumen nuestra sexualidad partiendo de nuestro sexo, y luego creen que uno se “dañó”, pero toda regla tiene su excepción, y esta presunción admite prueba en contrario, por eso me encargue de probar de que siempre he sido gay).

Es triste y paradójico saber, que en un país de homofobia e intolerancia, se promueva tal plaga, en el mismo interior del “gremio”( LGTB ). Confieso que estas palabras pretensiosas me sacaron un poco de casillas, me tocaron el alma, como si el ataque se dirigiera contra mí. Recapacite un poco pensando, y me dí cuenta de la incapacidad de juzgar a alguien por pensar de una forma diferente a la mía, que mas se puede esperar de una víctima de la sociedad de consumo, de sexo, de farándula, de lo estético y lo poco estético; de lo in y lo out; de los cuerpos perfectos, de la celulitis, de las siliconas y las colas; de las farsas y mas farsas, de las mentiras, del dinero, de las apariencias que manipulan las mentes incautas de casi todos, pues nadie se salva de los prejuicios, pero almenos quedamos algunos sobrevivientes aferrados de un troso de madera, con la fe de que una ola grande no nos ahogue.

Mi opinión es muy diferente, que bello fue ver esa cantidad de personas lo suficientemente valientes y auténticas afuera, en las calles, en el mundo, en la sociedad expresando lo que son. No fue para nada vergonzoso (en el diccionario “play” “mañe”) ver muchos cuerpos de muchos tamaños, formas, colores, con trajes llamativos o de escasas prendas; la obra de la vida, no importó nada más que la libertad de poder proyectar lo que en el interior se siente. Y no importó la mirada atenta de los curiosos, ni importó la sociedad y si estaban preparados o no, pues no se necesita que lo estén; porque ellos no buscaban su aprobación, ni los otros estaban facultados para reprocharlos, solo querían certificar su existencia, como seres humanos, como ciudadanos, como personas iguales a todos; no menos valiosas por lucir diferente, pensar diferente, amar diferente; por ser auténticos.
Es paradójico saber que son estas personas, quizás con menos condiciones, menos oportunidades, que año tras año, día tras día, luchan ( porque es guerra de ser en contra de la ceguera ) para que la sociedad de la intolerancia les reconozca su existencia. Será que los gays no hemos sido lo suficientemente play, para ponernos de moda y para incluirnos en el país consagrado al órgano principal del sistema circulatorio de un señor llamado Jesús, que por lo contradictorio de su legado, que nunca escribió el mismo (porque uno dice muchas cosas como dice otras), aún causa estragos en nuestra sociedad agobiada y doliente; o porque los juristas y doctrinantes de la ley de dios todavía se encargan de pensar por el resto de la humanidad; etiquetando y clasificando los sujetos en personas y menos personas, en ovejas negras y blancas; en unas descarriadas y otras del rebaño de dios; en diferentes; definiendo las virtudes y defectos; los pecadores y los santos, promoviendo intolerancia y más intolerancia...
No se trata de moda, se trata de racionalidad, de humanidad, somos todos humanos y merecemos vivir, que nos reconoscan nuestra existencia y nuestros derechos.
Le comento a mi amiga y a aquellos que aun juzgan las personas por su apariencia o por su preferencia, que soy un completo admirador de estos seres especiales y auténticos, que se atreven a ser, y más que eso, a vivir lo que son; rompiendo con los esquemas de la estética, destruyendo paradigmas, simplemente surgiendo a la vida. De eso se trata la tolerancia, reconocer a nuestros semejantes tales como son; que piensan diferente, que quieren verse diferente; no solo se trata de respeto, sino de inclusión a la sociedad, se trata de conocer para aprender a amarlos. Muy triste saber que muchos como mi amiga, están sumergidos en el mundo de las apariencias, o de la “farándula gay”, promoviendo la intolerancia en el interior mismo de nuestra comunidad, midiendo la belleza por el precio y procedencia de las prendas que lucen, del cuerpo más próximo al de moda en las revistas, el bronceado perfecto, los “defectos” son sepultados en libras de base y polvos extraños. Me da tristeza pensar en el futuro de estas personas, si no encuentran pronto una vacuna para combatir la vejez, pues esa “belleza” no dura para siempre, e irremediablemente esa vida y su existencia, a ese paso, acabará cuando se agoten los medios para lucir tan “bellos” como lo prediquen los medios. Tolerancia se trata de reconocernos todos sin limitaciones de edad, sexo, sexualidad, forma de vestirnos, de pensar, no importa el color la forma del cuerpo; todos por el solo hecho de nacer tenemos derecho a un espacio, a tener oportunidades, a tener amigos, a tener compañía o no tenerla, a elegir, a vivir. Tenemos que aprender a ver el interior de los seres humanos sin mirar la envoltura, cerrarle los ojos a los paradigmas. Ojala el país del sagrado corazón tuviese uno tan grande y sensible que enseñe a las personas a amar sin condición y prejuicio, ojalá que los hombres aprendieran a pensar con su cerebro, a sentar un criterio propio y a no perseguir pensamientos ajustados a intereses ocultos, predicados por el cura, el político o personaje de moda.
De corazón y con el alma, estoy con los seres auténticos, les manifiesto mi admiración y mi mas profundo y sincero respeto, que bueno que todavía existan sujetos como ellos, de pocos prejuicios, lo más cercano que he visto a lo que llaman libertad. Que bien por ellos y por nosotros que nos beneficiamos de su lucha constante.



6 comentarios:

Monchis dijo...

Hola mi querido Jasonmind:

Finalmente te lanzaste a ruedo!!!

Aunque te conozco desde hace tiempo, me siento afortunado por que a través de mis escritos has conocido el mundo de la Blogósfera.

Espero que como yo, puedas encontrar grandes amigos es este universo sin barreras de tiempo ni espacio porque en este mundo virtual somos veraderamente libres.

Te deseo la mejor de las suertes y hago votos porque esta etapa que hoy comienzas, te ayude a descubrir a tu amigo mas importante: Tu propio Yo.

Saludos,

Monchis dijo...

Hola Jason,

Segundo comentario relacionado con tu post.

Estoy de acuerdo contigo: No hay cuña que mas apriete que la del mismo palo, y no hay ofensa que mas duela que la de tus propios iguales.

Dices algo trascendental con relación al Orgullo Gay: No importa que la sociedad esté preparada para aceptarnos, porque no estamos buscando aprobación, ni los demás están capacitados para descalificarnos, porque nadie les ha dado ese derecho.

Sólo Dios juzga el Bien y el Mal... y lo que predicó Jesucristo es amor a todos.

Saludos,

Monchis dijo...

Hola Jasonmid,

El primero es un saludo.

El segundo, mi comentario tu post.

El tercero una serie de observaciones de carácter técnico.

Muy buena redacción y ortografía; sigue así.

Un bien post tiene un planteamiento inicial, un desarrollo de la idea y un final.

La conclusión, puede ser tu opinión o percepción personal del tema planteado, una pregunta abierta que cuestione o un giro inesperado que desconcierte.

Es importante trabajar en la síntesis... mientras mas corto y sustancioso mejor; y mira que te lo dice alguien que peca por escribir demasiado largo.

Finalmente, debes ser siempre muy sincero... sólo así encontrarás la propia voz que habita en tu interior.

Saludos,

Gustavo Puntila dijo...

Bienvenido Sr. Jasonmind! Buen post y buena opinión para un muy buen comienzo. Y qué mejor padrino que el Sr. Monchis!

En mi casa siempre a la orden!

Milo Gasa dijo...

Pues, muy bienvenido seas al ruedo... aquí sólo hay satisfacciones, y unos cuantos y muy divertidos dolores de cabeza de vez en cuando,pero vale mucho la pena meterle el cuatro letras a la tarea. Según tu perfil somos colegas, pero peores cosas podrían pasar... jejeje.

Ya el padrino te irá contando quién soy y cómo soy, qué vaina que no te hubiéramos podido lanzar al estrellato desde el domingo, una sencilla foto te habría valido mucha publicidad.

Bienvenido en Palacé cuando gustes.

Steppenwolf dijo...

Hola, leí un comentario tuyo en un blog amigo, y me parece muy interesante las cosas que dices.

Yo llevo algo de tiempo en esto de los blogs, y te puedo asegurar, es muy satisfactorio poder escribir todas esas ideas que tienes atrapadas en un lugar donde las puedes volver a encontrar, y donde los demás pueden leer y opinar.

Las marchas... no puedo decir que he participado en una, y creo que no me veo en un futuro próximo desfilando por la calle. El motivo no es mi desagrado por el desfile en si, simplemente porque no me importa mucho que piensen o dejen de pensar.

Bueno, un problema que tengo es la poca importancia que tienen esos prejuicios en mis decisiones, lo que me lleva a apartarme de esto. Quizás lo que me deja fuera es que yo no me veo como las personas que desfilan.

Me he preguntado muchas veces como soy realmente, si lo que soy es porque quiero aparentar o es lo que siento. Y bueno... al final llegué a tomar la decisión de solamente hacer lo que quiero hacer, así que cuando veo a un tipo que me gusta, desvergonzadamente miro fijamente, y mira todo lo que me gusta, pero no hay muchos que se hayan dado cuenta, en verdad... mis amigas se me han insinuado, sin muchos resultados obviamente.

Ser gay no es ser un tipo de persona, es simplemente que te gusten las personas de tu mismo sexo, lo demás... es otra cosa. No hay razones ni motivos para encajar en el estereotipo gay, y al menos acá en los desfiles no me siento identificado.

Pensándolo bien, ese es mi problema. Si quiero que la imagen que se muestra también sea la mía, debería meterme en el desfile tal como me visto, miro y camino todos y cada uno de los días del año, simplemente mostrar que soy gay y que no es un problema, es... solo algo más dentro de todo lo que soy.

Saludos.