sábado, 5 de julio de 2008

LA EVOLUCIÓN DEL "MONO" EN HOMBRE GAY


Primera Parte:
"EL PARAÍSO"

Miércoles 17 de septiembre de 1985, siendo las 2:00 pm, definitivamente se había acabado toda esperanza de una niña, como era el segundo intento fallido, mis padres estaban preparados; por eso mi primera ropita fué de colores neutrales: amarillita y blanca, la fábrica de niños seguiría abierta. (no haber sabido antes que el rosadito se iba a poner de moda)...

Y vi la luz, nací niño “fornidito”, de escasos cabellitos dorados (por eso lo de mono, que no sé que sucedió después de unos años, pues no quedó evidencia de ello, mi madre asegura que no usó conmigo el suficiente shampoo Johnson & Johnson para cabellos rubios...ah!!! el que no irrita los ojos: yo digo que fue una lucha de genes paternos y maternos, al final resultaron victoriosos los genes afrolatinizados, un sancocho!!!)

Una niñez muy feliz, el consentido de la casa, mi vida eran los juegos hasta el día de mis primeras responsabilidades; el preescolar: la rutina madrugar y la tortura del baño con agua fría, que me hacía llorar a cántaros (aclaración: en mi casa había agua caliente, el problema era que después de probar muchos tratamientos para contrarrestar el color pálido de mi piel en aquellas épocas, mi madre se convenció de que la culpa era del agua caliente, no tenia argumentos para demostrar lo contrario, no sabía ni leer y tratar de quitarle una idea a una mamá es una ociosidad, pues hasta me hizo tomar jugo de remolacha “pa´coger colorcito”).

Recuerdo muchos juegos, poco tiempo para pensar, y hubo un día que marcó mi vida, el primer encuentro con la muerte; cuando vi como tres pollitos de una de las gallinas que vivía en el solar de mi preescolar, murieran; conocí y me asusté por la muerte; pues de niño pensaba que nacíamos y vivíamos para siempre; fue duro enterarme que todos moriríamos en algún momento y que tendríamos que perdernos de tanta felicidad que nos ofrecía el mundo. Nunca pensé en esa época, que la muerte después se confrontaría conmigo, me haría sentir uno de los momentos mas tristes de mi vida, y cambiaría el rumbo de mi existencia radicalmente...pero bueno sigamos hablando de felicidad...

Entre a la escuela, era muy responsable; en primero ocupé el primer lugar con unas calificaciones aceptables, pues para mi agresora y violenta profesora no existía la excelencia; en segundo y tercero me fue igual de bien. En esta época con un recorte de revista porno, que me obsequió un amiguito, me enteré cómo carajos llegaban los niños a la barrigas de las mamás, fue un trauma muy complejo, una información que no podía tolerar, y por ello me enojé con mis padres por algún tiempo, ellos no supieron la razón, pero desde aquel día no los volví ver con los mismos ojos de inocencia, pues esta empezaba a perderse.

En cuarto empecé a sentir gusto por mis compañeritos, sobretodo por el monitor de la clase de danzas; tenia el pelito negro mas o menos larguito, el honguito que llaman, una piel canela, puedo asegurar ahora, gracias al maricometro (que viene incluido en el paquete), que este niño era gay también. Otro que me hacía suspirar (inocentemente), era el novio de mi profesora de español, un policía mucho menor que ella, que por un tiempo nos dio la clase de educación física y deportes, como también lo hizo Batman en mis sueños, donde yo era el tonto de Robin (lo de tonto lo deduje mucho después, en esa época era bonito), así empezó mi vida como gay (aclaración: mi vida gay interior, pues nunca lo exterioricé por aquellas épocas).


Y así siguió, mi profesor de quinto de primaria era un hombre de mediana edad, evidentemente gay; nos hacía cantar canciones en la primera hora de clase muy temprano en la mañana; recuerdo que intercambiaba besitos “inocentes” con mis compañeritos en la boca y los sentaba en sus piernas, a todos, menos a mi por ser el “niño tímido” de la clase, circunstancia por la cual ocupé el segundo puesto de excelencia... pues por eso de la timidez!!!!. La única vez que tuve la desgracia de darle un beso fue en la última entrega de calificaciones, por iniciativa de mi mamá (...y luego piden explicación de todo).


Y porfin el bachillerato, la puerta que materializó mis deseos, mis gustos, mi ser; de sucesos importantes que cambiaron mi vida, una época de experimentación, donde la inocencia se acabó, donde mi vida realmente empezó..... continuará....





5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja ja ja .... primera o segunda vez que me paso por aquí, no me acuerdo ... lo del jugo de remolacha lo se, porque en las familias de antes habian mas "agüeros" de los que uno podia evitar (por la seguridad propia), a mi me reemplezaron eso con jugo de mora con higado en leche y jugos de zanahoría.

Más que bueno el post ... yo si no recuerdo cuando fue la primera vez que me vi enfrentado a la muerte ...

Ojála se pase por mis crónicas, bienvenido sos

JP dijo...

Esto pinta bueno… bastante bueno… Abrazos.

Monchis dijo...

Hola Jason,

Tu post me trajo una cantidad de recuerdos muy agradables de mi tierna infancia, especialmente por eso de los remedios caseros... Es que uno no se explica como logro terminarse de criar en medio de tanto mezcolanza.

Sigue así.... como vamos, vamos bien.

Un abrazo,

Milo Gasa dijo...

Medio raro lo del profesor, por fortuna yo siempre fui el aislado de la clase y no tuve eso problemas. Pero la historia pinta bien.

Un abrazo.

Mi PLACEBO dijo...

Por acá conociendo, bacano el blog.

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