APROXIMACIÓN TEÓRICA A LA CONFIANZA

Leyendo por ahí un Post referente a los noviazgos gay, me motivé a expresar mi opinión acerca de estos complicados temas.

Pues una de las preocupaciones de las parejas de hoy, es la falta de confianza que las ronda, pues sostienen que la falta de esta es lo que ha dado lugar a una posible crisis sentimental, y argumentan que esta también constituye la base de las relaciones hoy en día ("...si no hay confianza no hay nada..."). Yo particularmente no comparto esta teoría tan romántica (es una típica concepción de la fabulosa serie de todos los tiempos, de ayer, hoy... y por lo que veo de siempre: "PADRES E HIJOS", por eso no es muy conveniente ver tanta novela uno queda traumatizado).

Con la invención de la monogamia, eso hace ya tiempito, fueron apareciendo otros conceptos que no mucho o nada tienen que ver con el amor de pareja, como la fidelidad y otras cosas escabrosas. Uno de esos conceptos super elaborados es la confianza, que mas que un concepto es un ideal, yo la llamaría mas bien desconfianza graduada, porque si nos ponemos a aplicar la palabra "confianza" exegeticamente implicaría tener una fe plena en otra persona y en las situaciones de la vida diaria, en este caso particular la pareja de uno callejiando.

Y digo que es desconfianza y no confianza lo que casi todos sentimos por los demás, pues no hacerlo implicaría castrar nuestras mentes de su funcionamiento normal; arrancarle las fantasías, los recuerdos, las EXPERIENCIAS, la malicia entre muchos otras... además de dar con una pareja ciega que goce de una intachable reputación y sea conocido por todo el mundo como "San Inocencio" (que aparte de santo, inocente), para mi esos requisitos muy dificilmente confluyen en una sola persona.

Porque es que hay que estar muy ciego para no darnos cuenta que vivimos en un mundo de tentaciones, de vanalidades, de sexo fácil, de bellezas superficiales y dejar de atormentarnos por todo eso es muy difícil. El verdadero problema de la desconfianza graduada o confianza para muchos; porque funciona inversamente proporcional (entre menor sea el grado de desconfianza, hay "confianza" en la relación) está en la capacidad para reprimir o disimular toda la película que uno se está armando en su cabeza o lo que pasa con otros, que no es que tengan "confianza" de sobra, sino que pasaron al plano de la racionalidad y simplemente se despreocupan por lo que sus parejas hagan cuando no están con ellos, pues porque conocen el mundo y están convencidos del amor de la persona que está a su lado, y desde que lo que suceda afuera no afecte la relación misma, todo está muy bien!!!.

Pero no hay que alarmarse ni preocuparse por ser desconfiados, eso hace parte de nuestro instinto, de eso que llaman marcar territorio, de lo posesivo que nos volvemos, del invento de la monogamia, del fabuloso paquete del amor que nos vendieron con la fidelidad incluida; ir en contra de la naturaleza es muy difícil, hay que aprender a vivir con esas experiencias, saberlas sobrellevar.

Todo me lleva concluir que no es la confianza las base de las relaciones, que tal que lo fuera, la base de la relación es al amor mismo, saberlo cultivar y multiplicar, dejar de un lado los paradigmas sociales y saber que el amor no es sexo, ni sexo es amor, y un aporte muy personal que depronto muchos comparten: el amor de pareja necesita del sexo, pues si no hay buen sexo en este, invoco las palabras benditas cantadas por Rocio Durcal (una de las princesas de la música latina, porque la reina no es Shakira, ella es una pricesita, sino Celia Cruz y no creo que nadie la destrone): "es verdad que la costumbre es mas fuerte que el amor", amor sin buen sexo es igualdad, hermandad y fraternidad.

También hay que entender que la fidelidad no es inherente al amor, sino mas bien una desición racional y consiente de cada quien para con su pareja (o de la misma pareja), como una manifestación de respeto o una forma de prolongar, darle mas seriedad y estabilidad a la relación, todo debe manejarse con conciencia de que la otra persona siente y a sabiendas de que con nuestros actos podemos herir o destrozar los sentimientos de los demás y por ende acabar con la relación misma.

Cambiar la forma de pensar, eliminar los prejuicios y los paradigmas es muy difícil, pero hay que empezar para no estrellarnos con la realidad que supera la ficción, una cosa es el romanticismo de las historias de amor y otra muy diferente la naturaleza de nosotros como seres humanos.

No es más por hoy.... un abrazo...